Center for Healthy Minds

Read in English

ESCRITO POR: RICHARD DAVIDSON, FUNDADOR Y DIRECTOR DEL CENTER FOR HEALTHY MINDS Y FUNDADOR DE HEALTHY MINDS INNOVATIONS. 

El Fundador y Director del Centro, Richard Davidson, comparte ideas respaldadas por investigaciones sobre distintas maneras de apreciar la bondad básica para ayudarnos a superar esta pandemia.

Apreciar es reconocer y disfrutar las buenas cualidades de alguien o algo. Este es un momento para apreciar. Si bien estamos siendo testigos de la devastación causada por el COVID-19 y del incalculable sufrimiento que ha causado, las cosas estarían mucho peor si no fuera por todos los actos extraordinarios de amabilidad y apoyo que han entregado literalmente millones de personas en todo el mundo.

Están los trabajadores de primera línea, los equipos de respuesta inmediata, las enfermeras y los médicos que tratan a los enfermos más graves.

Aquellos trabajadores esenciales como la policía, servicios sanitarios, servicios de reparto y proveedores de alimentos que continúan apoyando a nuestras comunidades.

Aquellos trabajadores que en este momento están confeccionando y ensamblando suministros médicos críticos.

Científicos y personal de salud pública que están investigando posibles tratamientos, desarrollando una vacuna y rastreando a las personas afectadas.

Y luego están los que tenemos más cerca de casa ... nuestros cónyuges, nuestros padres y abuelos y nuestros hijos cuyas rutinas han sido interrumpidas y se les pide que intensifiquen sus esfuerzos y apoyen el sistema familiar, limpiando la casa, cocinando, comprando alimentos, cuidando niños y más.

También están nuestros amigos y familiares viviendo en diferentes partes del mundo. Un aspecto admirable de esta pandemia es que todos estamos juntos en esto, con todos en todas partes del mundo profundamente afectados de manera similar.

Y hay innumerables millones de personas que están practicando el distanciamiento físico, que permanecen en cuarentena y alteran drásticamente su vida cotidiana para no convertirse en vectores de la propagación de este virus devastador, no solo por su propio bien sino también por el beneficio de los demás.

Y Finalmente, ¡está nuestra mente! ¿Ha experimentado el impulso de tocarse la cara y luego se acordó que no debía hacerlo? ¡Esto es motivo de celebración y un momento para apreciar el extraordinario poder de nuestra mente para ser entrenados y convertirnos en una fuerza de bien!

Entonces, cuando nos sentimos abrumados, cuando anhelamos que nuestras rutinas vuelvan a ser lo que eran, recordemos a una persona específica que trabaje en una o más de estas categorías o acciones específicas y apreciemos cómo están sirviendo al bien común. Al enfocar nuestra mente en la apreciación, podemos levantar nuestro estado de ánimo y permanecer resistentes ante esta calamidad.

Nuestra investigación en neurociencia indica claramente que prácticas sencillas como estas pueden modificar nuestro cerebro, cambiar los patrones de activación de los circuitos de amenaza del cerebro a circuitos de atención y emoción positiva, modificar las hormonas del estrés y fomentar un estilo resiliente de interacción con el mundo.

Hay cinco momentos naturales a lo largo del día en los que podemos “practicar la apreciación”. Cuando nos despertamos por la mañana y nos percatamos que todavía estamos vivos, podemos apreciar que tenemos vida y que estamos dotados de esta increíble mente y cerebro humano.

Podemos practicar la apreciación antes de cada una de las tres comidas diarias. Además de los equipos de respuesta inmediata, el personal médico y todos los mencionados anteriormente, hay muchas personas que contribuyeron para poder tener comida en la mesa. Los granjeros, las personas que cocinan, los que entregaron alimentos a nuestros supermercados o tiendas, los trabajadores responsables de crear nuestros platos y cubiertos, utensilios, ollas, sartenes, refrigerador, cocina, horno y con quien sea que podamos compartir nuestra comida.

Y luego está el momento justo antes de dormir, ese instante cuando podemos reflexionar sobre el día y recordar una o dos instancias específicas en las que alguien o algo fue especialmente servicial durante este momento estresante.

Y  cuando prestamos concentrada atención a nuestras mentes y cuerpos,  podemos ver que al apreciar de esta manera, nuestro estado de ánimo se eleva, nos sentimos más livianos y fuertes y de esta manera podemos desarrollar gradualmente la confianza de que las cosas realmente mejorarán y que efectivamente existe una bondad básica que todos poseemos".

Aprovechemos esta oportunidad durante la peor pandemia de los últimos 100 años y fomentemos el aprecio por los innumerables actos de bondad que nos sostendrán en estos tiempos difíciles y nos permitirán emerger desde una convicción aún más fuerte sobre la bondad básica de la humanidad.

-Richard Davidson